lunes

Ganadores Mes de Mayo Microcuento

Primer Premio

DESPUÉS DE LA TORMENTA
Por Carolina Fernández



En aquel tiempo, él dejó de escucharla. Tal vez fue la rutina, el cansancio, o el dieléctrico egoísmo. Como sea, Laura, jamás se dio por vencida y buscó las mil maneras de decirle. Y sus palabras se perdían en el aire, y sus mensajes no llegaban a destino, hasta sus rezos los tapaban los ronquidos. Una tarde, mientras su marido miraba televisión, Laura se encerró en el baño sola, otra vez, y lloró. Las primeras fueron lágrimas de bronca, luego resbalaron por la mesa las cargadas de impotencia, a la hora corrían por el piso lagrimones de tristeza, se sumaron las de los recuerdos y las promesas. Y se convirtieron en ríos y cascadas que bajaban la escalera con violencia. El marido naufragó entre el oleaje y se halló flotando a la deriva arrastrado sin clemencia por tsunamis, en medio de un océano de olvido. Y en el filo del ahogo salió a flote abrazado a la pata de la mesa. Cuando recuperó las energías, vio a su lado flotar una botella. La destapó y del interior salió el grito
—¡Mario, tengo algo que decirte!— suplicaba su mujer, y él oyó.



Segundo Premio

MAR DE
CELOS
Por Jesus Olague



El lunes el mar despertó cansado de ir y venir sin recompensa, decidió no volver más; para el miércoles ya extrañaba los juegos de los niños y las piernas desnudas de las bañistas, pero su orgullo fue más fuerte; hoy le consumen los celos de los ríos y los lagos que han aprovechado bien su ausencia.

Tercer Premio

LIQUIDA COBRANZA
Por Alejandro Cabrol




Como años le habían enrulado los ojos y habían sido generosos con su pecho hasta la ignominia de ese aciago día, desde entonces se dedicó a diseccionar amaneceres con prestancia de relojero y precisión cirujana.

Daba vueltas a la cabaña del valle como un augurio de túnica mal tejida apenas blanca que la tarde grisácea desgastaba. Vagas hebras esas, babas del diablo en mejillas insuficientes para tanta amargura aguada. ¡Tanta humedad! Manadas de mínimos arco iris borrosos se encendían en cada frente, por cada fuente; bufaban bajo tras puertas y ventanas.

Eso no era amor, él no salía a ver la lluvia con sol afuera: solo oía rugidos y susurros, un bien conocido llanto. Él, taciturno y apocado y poca cosa él, nacido de aquellos ojos que no olvidara ni cuidara, ahora fondeado y frondoso adorno primero del nuevo mar, surgido y muerto por el viejo amor.

5 comentarios:

  1. Felicitaciones a Carolina, con mucha alegría, y un abrazo a todos los participantes. El nivel estuvo fortísimo. Muy bien por la convocatoria. El desafío es alcanzar mayores cotas de calidad e intensidad.

    ResponderEliminar
  2. Es un honor aparecer en esta selección, gracias a quienes hicieron la elección.

    Felicidades a Carolina y Alejandro.

    ResponderEliminar
  3. Aunque llego un poco tarde,muchas felicitaciones!

    ResponderEliminar
  4. Llego tardisimo!!!!
    Pero igual,mil felicitaciones
    Abrazote

    ResponderEliminar
  5. Este reconocimiento es verdadero estímulo que acaricia la autoestima, pero compartirlo con mis dos queridos amigos Alejandro y Jesús ( dos que saben lo que escriben)es más que gratificante.

    ResponderEliminar

Dejanos tu huella aqui: